Un día subía por Rambla de Cataluña y vi al que después bautizamos como "cerdito volador"´.
Me gustó su porte aristocrático, su piel de hierro forjado más propia de un cerdito inglés de la campiña. Esas alas que le dan un aire soñador, y en cuanto vi sus alas, la frase vino a mi cabeza: -Corre, corre que el jamón vuela-
Y es que ¿no es el jamón lo primero en volar en una boda?
En la nuestra si
Para ver más fotos de nuestro gran día, haced click
aquí (página 138)
Enhorabuena!!!
ResponderEliminarLaura vas a tener muchísimo más éxito que el jamón... jajaja
Un beso