jueves, 21 de marzo de 2013

Boda campestre en Barcelona, Mallika y Sean








Ya os enseñamos en este post, todos los detalles de la ceremonia, la distribución de las mesas, las flores, y otro montón de detalles, pero nos faltaba contaros que hicieron durante y después de la comida.
La comida, la decidimos con Azulius (el catering que les sugerimos a los novios) pensamos en un menú muy español, gazpacho de fresas, barra de sangrías y un montón de pintxos en honor al año que Sean vivió en Bilbao.
Cuando acabó la comida llegaron los brindis y los discursos. Me encantan, creo que son la parte más emotiva, conmovedora y divertida de la celebración. Y los ingleses saben hacerlo con mucha gracia. Hubo muchas lágrimas de emoción, muchas risas (especialmente con el mejor amigo de Sean, Tom que estuvo brillante, ocurrente, entrañable). Cuantas más bodas hago, más cuenta me doy de la importancia que hay que darle a lo emotivo (tanto o más que a los detalles) porque al final son de los momentos que más recordamos. Las fotos hablan por sí solas.
Después de los brindis y el enjuague de lágrimas, vino el pastel, una maravillosa tarta de Alba de Galette, inspirada en la receta de la abuela de Sean, una tarta de jengibre con cobertura de queso, su favorita.
Mallika lanzó el ramo. Y empezó lo que no puede faltar en una boda irlandesa, la música, irlandesa por supuesto. Hubo baile, palmas, corros, y creo que no hubo nadie que no se divirtiera jugando a ser "lord of the dance" por un rato.
Preparamos una mesa de firmas con casitas, Sean es arquitecto, con la que hicimos una guirnalda para que cada uno dejara un mensaje con lo que NO puede faltar en una casa.
Para el photobooth, ideamos una tela en color índigo con el logo que Diego diseñó para la boda, las invitaciones ....  bordado. Valió la pena el esfuerzo, porque conseguimos un photobooth único. Mal llevó su colección de sombreros antiguos para poner algún complemento.
Fue un gran día que fotografió, quien no puede hacerlo mejor, Raquel de 3 deseos y medio.

jueves, 21 de febrero de 2013

La boda de Sus y Hannes 2 (cuidar de los invitados)

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Un cartelito para decirles en qué habitación duermen y donde van a contar ovejitas

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Un cartel en madera hecho a mano para que sepan donde hay cobertura

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Un lugar donde respirar aire puro, desconectar y disfrutar de la naturaleza

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Cuidar de sus mascotas para que campen a sus anchas
Fotos via David Naval

lunes, 18 de febrero de 2013

La boda de Sus y Hannes en el bosque (se buscan novios)


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Se buscan novios.
Novios que quieran casarse en el Refugio del Alto Rey en Condemios (Guadalajara).
Novios que quieran estar todo el fin de semana compartiendo con amigos y familia. Que quieran contratarnos a los mismos (los chicos y chicas del Alto Rey, a David el fotógrafo, a nosotros y si no es mucho pedir, que inviten a su boda a Sus y a Hannes)

Las bodas de fin de semana tiene algo de campamento, te entran ganas de trasnochar, de quedarte hablando hasta las mil y de que la noche no acabe nunca. Disfrutas de desayunar, comer y cenar todos juntos.
La boda de Sus y Hannes fue un fin de semana bonito y divertido, en uno de los lugares más idílicos en los que he estado nunca. Si no supieras que estás en Guadalajara, creerías que ha sido un sueño y que te han teletransportado a Canadá. 
Cuando hablé la primera vez con Sus, estaban viviendo en Grecia, y les faltaba algo más de un mes para volver a España. Yo no sé la de horas que hablamos (y seguimos hablando) por teléfono. La de mails, fotos y mensajes que intercambiamos que empezaban por -¿te gusta?- o por -!mira lo que he visto!- Montones de ideas a las que dimos "un delfín" nuestra forma de decir que le dábamos una vuelta (por eso de los saltos en el zoo)
Para la boda preparamos un montón de cosas, un Erasmo de Rotterdam a tamaño natural (se conocieron gracias a una beca Erasmus de Hannes en Madrid). Dos copas de plástico con las que brindar. Casi 30 metros de guirnalda con telas lisas y de flores, a doble cara (hechas con las mismas manos que escriben este post). Cosimos dos cojines hechos con una tela de flores y bordeados con madroñitos para las sillas de los novios. Caminos de mesa con una tela a rayitas rojas pequeñas que buscamos incasablemente, velas decoradas con rodajitas de tronco (las mismas con las que atamos las servilletas), flores puestas en muchos jarroncitos, carteles, señalización ...  hasta logramos convencer a Paco de que nos hiciera varios soportes de madera (ver foto arriba) para los postres.
Preparamos un photbooth, con sus montañas de tela y hasta con sus nubes. Compramos vasos de flores y pajitas a rayas en varios colores para la barra de Sangrías.
Y el mismo día inflamos 200 globos rojos con forma de corazón a los que les atamos unas postales.
Comimos una comida buenísima, disfrutamos de la naturaleza, y cuando todo acabó bebimos y bailamos como uno más.
Sólo nos faltó una cosa, darnos un baño en la pequeña piscina acristalada con vistas al bosque. Lo dicho, se buscan novios ¿alguien se anima?

miércoles, 13 de febrero de 2013

La organización de nuestra boda: Sus y Hannes




Al igual que no puedo concebir nuestra boda sin mis seres queridos, tampoco puedo concebir nuestra boda sin Laura.
Cuando decidimos celebrar nuestra boda yo andaba muy perdida, ilusionada y nerviosa porque lo más importante para nosotros era que nuestra fiesta fuera algo muy especial, algo que se saliera de lo común y que hiciera disfrutar mucho a nuestra familia y amigos que venían desde tan lejos la mayoría de ellos: Grecia, Alemania, Austria, Sudáfrica, Venezuela… La cosa no era fácil porque además en ese momento nosotros estábamos viviendo en el extranjero también, así que pensé que lo mejor sería buscar a alguien que nos ayudara y de este modo comencé a buscar a Laura. Y digo que empecé a buscar a Laura porque aunque no sabía su nombre era exactamente a quien estaba buscando.
Después de llamar a varios sitios y de investigar muchas webs y blogs durante algunas semanas, topé con "Fueron felices". Llamé por teléfono y supe enseguida que era ella la persona que necesitábamos: me transmitió confianza, mucha alegría y una profesionalidad que me hizo sentir tranquila y confiada… y ¡más ilusionada de lo que ya estaba! Enseguida supe y sentí que ella estaría todo el tiempo a mi lado y que todo saldría como habíamos imaginado Hannes y yo… que al fin y al cabo era como también lo imaginaba Laura porque ella tiene la especial capacidad de ponerse en tu lugar y de hacerse cómplice de todo.
Laura nos pasó un cuestionario al conocernos y lo que parecía un mero trámite se convirtió en el punto de partida para que diera rienda suelta a ese torrente de creatividad, buenas ideas y generosidad que es. Porque sí, también es generosa, mucho. Ella no se guarda nada, aunque no esté dentro de sus funciones y saca el mayor partido a los materiales, tiempo y presupuesto. Lo hará únicamente por ti aunque a ella la suponga más esfuerzo. Y todo eso lo hace en silencio…. hasta que un día te das cuenta de todo y no puedes evitar cogerle cariño. Lo importante, además de lo bonito que va a quedar todo, es contar con una persona como ella que esté a tu lado compartiendo ese proyecto, y que busque y haga lo mejor para ti.

Por otra parte Laura vive en Barcelona y yo en Madrid pero la sentí muy cerca, cerquísima. De hecho no la conocimos en persona hasta pasado un tiempo que vino a vernos, aunque la distancia no supuso ningún problema para la organización y cuando la vi parecía que la conocía de siempre.

Trabajamos un montón: comprando cosas, construyendo detalles, carteles, globos… y es que nosotros también queríamos participar en ese sentido y fue maravilloso porque todo el trabajo mereció más que la pena.
Al final llegó el día de la celebración y Laura y su equipo estaban allí junto con Sophie, una ceramista y attrezzista de teatro encantadora que vino con ella participó también en que todo fuera perfecto. El equipo lo organizaba todo y las cosas iban a apareciendo y estando en su punto y justo lugar ¡como por arte de magia! Ese día Hannes y yo sólo nos tuvimos que preocupar de disfrutar y de recibir a nuestros invitados que llegaban para pasar el fin de semana de celebración en el sitio que elegimos: El Refugio del Alto Rey, que es el lugar más bonito que conozco para celebrar cualquier cosa. Un refugio de montaña acogedor y elegante que está en medio de un hayedo en Guadalajara. Allí trabajan Paco y su equipo, el cuál se hizo cómplice de Laura enseguida y trabajaron codo con codo para que todo estuviera perfecto. De hecho Laura, cosa que agradecí muchísimo, ya había ido a conocer a Paco mucho antes de la boda para controlar el tema de menús (¡fueron muchos menús porque fueron varios días!), el tema de decoración del lugar, horarios…
Y Laura también nos presentó a David, a David Naval, el fotógrafo… y qué fotógrafo (y qué persona, ¡porque es majísimo!), ¡qué contentísimos estamos con sus fotos, qué preciosidad! y los invitados impresionadísimos también.
Gracias a todos por haber hecho de nuestra celebración algo tan especial, gracias Laura.

Sus

viernes, 8 de febrero de 2013

El florista que quería ser astronauta - workshop de flowers by bornay





El mes pasado fui al workshop de Bornay.
Era la segunda vez (ya fui el año pasado), pero me gustó igual o más que la primera.
Hicimos una carpet, las alfombras de flores que Bornay inventó, un ramo de novia y nos atrevimos con los sprays.
Con Bornay no soy imparcial, yo ya fui una novia Bornay y con ellos tengo una debilidad. Hay muchas cosas que hemos hecho juntos, nuestra boda fue la primera boda en la que usaron jarroncitos en vez de centros. Por primera vez sus flores viajaron a Bilbao, con nosotros este verano ...

Pero a pesar de mi fascinación por su trabajo, sus fotos no necesitan palabras, no hay novia que vea sus ramos y no se enamore. No conozco a nadie que haya visto sus flores y no se haya sorprendido. Comparto su búsqueda constante de lo nuevo, admiro su "no miedo" a arriesgar a atreverse. Y siempre salgo de sus cursos con una nueva visión de lo que hacen. Y esta vez ha sido que una de las cosas que les hace especiales es que trasladan sus inquietudes a las flores, son flores con una historia detrás. Arte, comics, cine ... cualquier cosa les sirve de inspiración.
Como al florista que quería ser astronauta
PD: No olvidemos, por tenerlos tan cerca, que son de los grandes en todos los sentidos

lunes, 4 de febrero de 2013

Pastel de boda, tradiciones




Mientras preparábamos su boda, Sean, el novio,  tenía claro que quería pastel de boda. La clásica tarta qué cortar, y congelar después, como algunos hacen en Irlanda. Según la costumbre, una parte se congela para sacarla cuando nace el primer bebé, y celebrar así con el mismo dulce dos acontecimientos felices.
Para el sabor, eligieron una tarta de jengibre con cobertura de queso ( es la favorita de Sean, se hacía su abuela).
Para hacer el pastel escogimos a Alba, nos la recomendó Ivana, y la decisión no pudo ser más acertada. Alba entendió desde el principio el estilo de tarta que buscábamos y hasta trajo unas moras inmensas desde Holanda, recogidas durante sus vacaciones, pensando en ponerlas en el pastel. Colocó también mini higos y pequeñas hojas de higuera.

Desde entonces, Alba ha abierto un obrador; Galette y a Mallika y a Sean les falta menos para descongelar el pastel :)

jueves, 31 de enero de 2013

Boda en Barcelona, Mallika y Sean, todos los detalles















Fotos vía 3 deseos y medio

Hacer lo que mas te gusta en el mundo te convierte en una persona afortunada.
Lo divertido de este trabajo, es que cada boda es un reto nuevo, un estilo distinto,  unos novios diferentes y un motivo para no parar de pensar hasta dar con la boda perfecta para ellos. Eso significa buscar muchas cosas, muchos detalles (nos gusta cuidar hasta lo mas pequeño), y no somos fáciles de contentar, y, hasta que no encontramos lo que de verdad imaginamos para esa boda, no hay descanso. 
A las bodas les ponemos todo el corazón, la honestidad y el esfuerzo, del que somos capaces además de todo el respeto para que la celebración sea la que ellos imaginan.

Nos planteamos la boda con tres motivos clave, índigo y amarillo, comida en el campo años 20 y telas Liberty.  Índigo y amarillo como las flores y las velas que colocamos en el mehndi, y para esta celebración, un toque antiguo que reflejara el amor de Mall y Sean por las cosas especiales, por los muebles con historia.

Muchas telas de estilo  Liberty, en los manteles, en las guirnaldas y en las pajaritas del marcasitio para los hombres.Para la ceremonia preparamos el altar con una tela antigua de seda a rayas amarillas y azules. Un pequeño bodegón con un par de jarroncitos antiguos, una caja de madera, varias cintas y encajes y un sobre de los años 20 de semillas de caléndula. A la entrada de la ceremonia una cesta con abanicos y un cartelito atado con una cinta de tela Liberty.

En esta ocasión, nos encargamos de hacer las flores de toda la ceremonia, el ramo de novia, los de las bridemaids, los prendidos de los chicos y la decoración de las mesas y rincones ... Para la disposición de los asientos, buscamos una maleta de viajante, de esas en las que se llevaban los muestrarios, llena de encajes, bieses, cintas de crochet ... como una pequeña mercería ambulante (tenía que notarse que gran parte del trabajo de Mallika es escoger telas y fornituras). Había cintas nuevas y antiguas y hasta algunos de los encajes de mi vestido de novia y un ovillo de perle de mi abuela.

Unos recipientes, acordes con todo el resto, llenos de protección solar para que las claras pieles irlandesas no sufrieran los estragos del sol de agosto.

El menú pintado especialmente para la ocasión en acuarela en índigo, una obra de arte.
Y en las mesas, en vez meseros con número, unas campanas de cristal con un poco de musgo artificial y una figura que representara algo significativo para ellos. Para las chicas el marcasitio con una horquilla con un pajarito y para los chicos pajaritas cosidas a mano una a una en telas tipo Liberty. En las mesas atillos de libros antiguos seleccionados cuidadosamente para que tuvieran los tonos de la boda y muchas botellas de boticario con flores. Encima de sus cabezas guirnaldas con los mismos estampados.
Con el catering ideamos un menú para que los invitados probaran algo de nuestra gastronomía; Gazpacho de fresas, pintxos vascos en recuerdo del año que Sean vivió en Bilbao, y hasta una mesa de sangrías porque Mallika se enamoro de la que hicimos para Sus y Hannes

La boda fue divertida, y muy emotiva; me encanta la tradición anglosajona del discurso y más si son sentidos y graciosos a la vez. Nos emocionó que el padre de la novia y el novio nos nombraran.

Qué más se puede pedir mas si la encargada de fotografiarlo es Raquel de 3 deseos y medio_
Muchos mas detalles que contaros en próximos posts.
Feliz semana

Laura